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David Hume
De mi propia vida
Diseñó su plan de vida, como escribiría en De mi propia vida, decidiendo «hacer que una estricta frugalidad supla mi falta de fortuna, para mantener mi independencia intacta, y para considerar todos los objetos contingentes excepto la mejoría de mi talento para la literatura».
Resumen:Una carta a un medico en la que se pide consejo acerca de la "Enfermedad de lo aprendido" que le aflige. En esta obra declara que a los dieciocho años de edad «pareció abrirse ante mí una nueva área del pensamiento..» que le hizo «abandonar otro placer u ocupación» y le condujo a la búsqueda de la erudición.
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Tratado de la naturaleza humana
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Ensayos sobre moral y política
La primera edición fue en 1741-1742. Es una colección de ensayos escritos durante muchos años y publicados en varios volúmenes antes de ser reunidos en uno hacia el final de la vida de Hume. Estos ensayos pueden resultar confusos por la gran variedad de asuntos de los que tratan: cuestiones de juicio estético, la naturaleza del gobierno británico, el amor, el matrimonio, la poligamia o la demografía de las antiguas Grecia y Roma. Sin embargo, hay temas recurrentes, como la cuestión de qué constituye el refinamiento en materias de gusto estético, educación y moral. Los ensayos están escritos imitando inequívocamente el estilo de Joseph Addison, a quien Hume leyó con avidez en su juventud.
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Investigación sobre el entendimiento humano
Hume distingue claramente las ideas principales y una gran diferencia entre las percepciones de la mente y la evolución en la mente de esta sensación, también distingue cuando la anticipa en su inauguración. Según Hume la mayoría de estas facultades podrán imitar las impresiones de los sentidos, pero nunca podrían alcanzar la fuerza de la experiencia. Las facultades representan el objeto de una forma tan viva que podríamos decir que la sentimos o vemos. Si nuestra mente está transtornada jamás llegarán a ser nuestras percepciones absolutamente indiscernibles de las asensaciones. Cuando nuestra mente piensa sobre los sentimientos pasados los refleja de forma similar al nacimiento en el que lo hemos percibido, reproduciendo verdaderamente, siendo los colores utilizados tenues comparados con los originales.
Su vida en sus obras
Hume describe del siguiente modo sus preferencias intelectuales durante los estudios preuniversitarios:
‘’Mi disposición para el estudio, mi sobriedad y mi laboriosidad, infundieron en mi familia la idea de que la carrera de Leyes sería una adecuada profesión para mí. Sin embargo, yo sentía una insuperable aversión hacia todo lo que no fueran investigaciones de filosofía y de instrucción general; de modo que mientras mi familia se figuraba que estaba escudriñando los escritos de Voet y Vinnio, eran Cicerón y Virgilio los autores que, en secreto, devoraba.’’
Todo parece indicar que abandonó definitivamente las prácticas religiosas durante la adolescencia
Hume inició los estudios de leyes en Edimburgo, sin obtener grados académicos. El plan de estudios que él mismo se impuso era arduo y lo llevó a un estado de agotamiento del que se repuso poco a poco, gracias a su empeño por seguir las sugerencias del médico.
En la correspondencia del joven Hume se encuentran referencias al descubrimiento de un “nuevo escenario del pensamiento” durante este periodo –1729-1730–, que sería la clave para una reforma completa de la filosofía. No se puede afirmar con exactitud cuál haya sido el contenido de esa inspiración, pero algunos autores sostienen que debió tratarse del hallazgo de la física de Newton, cuya aplicación a las realidades humanas le habría descubierto ese nuevo escenario, dentro de cuyo marco se podría desarrollar una “ciencia de la naturaleza humana”, capaz de explicar el modo de ser de los hombres con vistas a fomentar el progreso de la humanidad.
Su encuentro con la literatura latina y griega constituyó un hito en su modo de escribir y de filosofar. Los esfuerzos juveniles por adquirir un estilo claro y preciso se fundieron con la sustancia de esos escritos, y a la larga constituyeron uno de los ejes de su humanismo. En sus descripciones de la naturaleza humana se unen la devoción por la ciencia y la fascinación por las letras clásicas.
Santucci resume del siguiente modo la convivencia de los distintos elementos en la obra del filósofo:
‘’El humanista confiado en el valor absoluto de la ciencia, el interlocutor dogmático del racionalismo cartesiano, es sustituido por el humanista consciente de la propia parcialidad y atento a no dejarse dominar por ella. Este esfuerzo se encuentra en el trabajo del historiador y del moralista, se advierte en la coherencia de una skepsis que sugería el equilibrio entre las inclinaciones naturales y la reflexión que las disciplina y las orienta en la investigación.’’
Los libros 1 y 2 del Tratado fueron escritos durante la primera estancia de Hume en Francia (1734-1737), donde tuvo contacto con la filosofía de Descartes y de Malebranche, así como con el ambiente católico, del cual extrae ejemplos –generalmente críticos– en diversos momentos de sus distintas obras. Volverá a Francia en misión diplomática y militar como secretario del General St. Clair entre 1747 y 1749.
Durante su tercera visita a Francia (1763-1766) tuvo ocasión de conocer los ambientes más selectos de la cultura parisina. Son especialmente célebres su breve relación amistosa con Rousseau, y el encuentro con el ateísmo de algunos pensadores ilustrados. La amistad con el filósofo ginebrino se truncó poco tiempo después de que Hume lo invitara a pasar una temporada en Gran Bretaña. Rousseau publicó un escrito polémico contra Hume, quien respondió publicando su versión de los hechos. El encuentro con los pensadores radicales de la Ilustración se conoce por la narración de Diderot: cuando Hume fue interrogado sobre el valor intelectual del ateísmo, respondió que una persona inteligente no podría ser atea, a lo cual el anfitrión respondió que la mayoría de los presentes –se supone que todos, personas cultas e inteligentes– lo era. Se deduce la sorpresa que causó en el filósofo escocés la casi unanimidad en una posición tan poco razonable.
Su Historia natural de la religión (una de las Cuatro disertaciones de 1757) es una historia deductiva de la evolución de las distintas formas de religiosidad, las cuales se presentan ante un único juez racional, en igualdad de condiciones. El deísmo ilustrado, que acepta la existencia de un dios creador y organizador del universo, carente de influencia actual en él, presenta todas las manifestaciones religiosas como fenómenos para ser estudiados con objetividad y distanciamiento. Todas las religiones, se afirma, serían el producto de una evolución desde un politeísmo inicial hacia un sucesivo monoteísmo. Vale la pena subrayar que Hume no hace mención de la religión judía en este proceso uniforme. La influencia de la religión en las distintas instituciones civiles muestra cómo tal interferencia no ha ayudado al progreso de las organizaciones humanas, pues fomentan la violencia con sus posiciones radicales. La idea de la violencia derivada del sectarismo y el dogmatismo, ya propugnada por Locke, encuentra en los escritos de Hume un elocuente amplificador. Lo peor de todo, continúa Hume, es justificar la violencia alegando principios espirituales y sobrenaturales. Para el filósofo escocés, los excesos de la metafísica spinoziana, que pretende explicar toda la realidad a partir de pocos principios, tiene muchos rasgos en común con la intransigencia y la violencia de matriz religiosa.
COMPENDIO DE UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA
La obra es un resumen (compendio) del Tratado de la naturaleza humana, publicado por Hume en tres volúmenes entre 1738 y 1740. Como su nombre indica, el tratado es un estudio acerca de la naturaleza humana, dentro del cual el tema del conocimiento es fundamental. Este estudio responde a una doble orientación:
- Por un lado, Hume pretende establecer un sistema de todas las ciencias mediante el estudio de la naturaleza humana, ya que el conocimiento de ésta constituye el fundamento y el centro de las demás ciencias: hay ciencias que se ocupan de actividades humanas (lógica, moral, política) y ciencias que no se ocupan directamente del hombre, pero que son conocimientos elaborados por él.
- Para constituir esta ciencia fundamental de la naturaleza humana Hume aplica el método experimental, y el procedimiento adecuado es el inductivo: partiendo de la experiencia-observación establecerá los principios generales.
Es un tratado sobre metafísica, cuyos principios son:
Sentimientos de placer y dolor.
Creencia.
Costumbre.
Esto supone el abandono de otras posiciones que él va a demostrar que son indefinibles. Estas son:
-Abandonar la pretensión del mundo en si, conocemos nuestra experiencia pero la sustancia del mundo no la conocemos.
-Renunciar el uso del principio de causalidad, mediante el cual la gente piensa que puede conocer la causa de naturaleza ya que la verdadera causa no la conocemos.
-Renunciar a creernos libres, porque es nuestro pensamiento el que determina el pensamiento de otro pero si el pensamiento esta determinado, el hombre no es libre.
-Hay que abandonar la creencia en Dios. No creer en la religión pero piensa que tiene que haber un maestro del universo.
Dentro de la filosofía moral Hume distingue entre:
-Filosofía fácil y asequible.
Resumen
David Hume tenía una filosofía precisa y abstracta. Dentro de la abstracta hay dos tendencias: escepticismo y dogmatismo, otra de las ideas de Hume es acerca de la filosofía moral, la cual se basa en el estudio de la naturaleza humana y puede llamarse razonamiento profundo o verdadera metafísica.
Hume recoge ideas de Locke, la principal idea que toma es acerca del escepticismo, el cual está basado en el conocimiento del mundo a través de los sentidos y no de la razón. Hume niega la existencia del alma y se centra en el estudio de las ideas.
En la presentación de su libro expone la intención general del tratado. A continuación introduce el tema del conocimiento, estableciendo la distinción idea-impresión y el principio por el que las ideas provienen de las impresiones y analizando la inferencia causal como base del conocimiento de los hechos. En su análisis de la causalidad incluye las siguientes tesis:
- El conocimiento de hechos pasados y futuros se basa en la asociación causa - efecto.
- La experiencia sólo muestra una conjunción constante (contigüidad-sucesión) entre las cosas que consideremos causas y efectos.
- La costumbre es la que determina suponer la constancia en la naturaleza e inferir la existencia de algo futuro a partir de su causa o viceversa.
- En la inferencia causal no nos limitamos a asociar mentalmente causas y efectos, sino que suponemos la causa o el efecto por la costumbre. Esta creencia no aporta ideas nuevas.
Tras su análisis de la causalidad, extiende su aplicación a las operaciones mentales, subraya la actitud escéptica de su filosofía, se refiere brevemente a su crítica a la idea de sustancia y expone uno de sus argumentos contra la supuesta exactitud de la geometría.
Por último, se ocupa de forma breve del estudio de las pasiones, concluyendo con importantes observaciones:
- Una observación particular sobre el libre albedrío: no solamente en los fenómenos naturales se verifica el análisis propuesto de la relación causa-efecto, sino también en las acciones humanas.
En mi opinión creo que el escepticismo de David Hume debe movernos a la humildad de reconocer nuestra ignorancia. Su empirismo, a respetar las instituciones sociales no diseñadas. Cerrando con esta frase "estimar al hombre cuyo amor propio es dirigido por cualquier medio a interesarlo por los demás y hacerlo útil a la sociedad, así como a despreciar al que no tiene consideración por nada, fuera de su propia satisfacción y gozo".